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Tras el fin de semana, ya pasó la mitad del Festival de Cannes. Fue un finde movido, que incluyó las presencias de Harrison Ford, Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Martin Scorsese, Natalie Portman y Julianne Moore. Un lujo que muy pocos festivales pueden permitirse.
Pero de las películas que protagonizaron las estrellas de Hollywood mencionadas, solo la que comparten Portman y Moore (May December) está en competencia por la Palma de Oro. Y es una de las once que el Jurado que integra Damián Szifron ya vio y debe evaluar para discernir los premios que entregará el próximo sábado 27.
Como en total en esta edición son 21 las películas que compiten, ya podrían intuirse algunos de los títulos que se celebrarán el sábado. Pero la verdad es que no apareció, con nitidez, esa película que haya encantado, gustado o haya despertado una seducción unánime.
Una radical y otra, sorprendente
La primera, ya lo dijimos, es la más radical de las que se han visto en la competencia, con el Holocausto mostrado de una manera diferente. La familia del comandante Rudolf Höss vive en una mansión pegada a Auschwitz, y se ven el humo de la chimenea donde incineran los cuerpos asesinados, o el de las locomotoras de los trenes que traen a los deportados hasta ese complejo de la Polonia ocupada, el mayor centro de exterminio del Tercer Reich.
Anatomy tiene una escena que moviliza y que despierte fuerte el interés: una discusión que ha mantenido la pareja un día antes de la muerte de Samuel, muy reveladora del dolor, los sentimientos, los miedos y los resentimientos en la pareja, cuyo pequeño hijo (Milo Machado Graner), que tiene los nervios ópticos lesionados por un accidente, deberá testificar.